No. Aunque pretendo explicar algunas pistas para ayudarnos en la ardua tarea de conseguir un billete barato para nuestro vuelo, no existe y no puedo dar ninguna llave mágica que nos abra las puertas de las tarifas más baratas. Si la tuviera, ya me hubiera dado un paseo por el concesionario de Aston Martin. Pero algo se puede hacer. Vamos allá.
Para conseguir un buen precio, lo primero que tenemos que hacer es buscar bien todas las alternativas disponibles. Supongamos que queremos volar una ruta en concreto. Lo primero que tenemos que averiguar es qué líneas aéreas la operan. En el caso de España es rápido darse una vuelta por las líneas aéreas “tradicionales” como se las llama a veces ahora y comprobar cual tiene vuelos y cual no. Merece la pena dedicar un poco de tiempo y recorrer todas las compañías que conozcamos y las que google nos descubra. En el caso de las de bajo coste, podemos hacer lo mismo, pero puede que se nos escape alguna porque ahora, y siempre hablando de España, una compañía holandesa, por ejemplo, podría operar un vuelo Madrid Roma. Hace tiempo descubrí chollovuelos, que a pesar de tener un nombre que no inspira mucha confianza si tiene buenos listados y actualizados de las rutas que operan las compañías de bajo coste, y nos permite buscar por ciudad de origen y destino.
Explico esto, que es bastante evidente, porque, según mi experiencia, las compañías de bajo coste trabajan de forma diferente que las “normales” o “tradicionales” a la hora de fijar los precios, y si entendemos como trabajan, podremos saber mejor como encontrar el mejor precio.
Las compañías de bajo coste parten siempre de un precio mínimo, y en función de variables como el número de plazas vendidas, la velocidad de venta de plazas y la proximidad a la fecha de vuelo, incrementan de una forma u otra el precio de sus billetes. Aunque no lo sé con certeza apostaría a que es un sistema totalmente informatizado donde tan sólo se pueden modificar unas variables si es necesario, y es un sistema que nunca o casi nunca da marcha atrás. Si la plaza hoy cuesta 50 euros, no va a bajar de precio nunca.
Con el resto de compañías, esto es un poco más complicado puesto que se juega mucho más con las variables que comentaba al principio. Los vuelos se cargan por temporadas, y esto va como la moda: temporada de invierno y temporada de verano, por lo que si intentamos comprar un vuelo con demasiada antelación podemos encontrarnos con que simplemente no está cargado para la venta o que si lo está, el precio es alto, o no muy competitivo (excepcienes serían los preiodos de puentes, Navidad o Semana Santa, donde hay que trabajar las tarifas con mucha antelación porque la demanda será alta). Esto se debe porque, hasta una determinada antelación, no se "juega" con las tarifas de ese vuelo, simplemente se deja a un precio razonable, y si alguien quiere o necesita comprar el billete con mucha antelación, lo compra a ese precio. Por tanto, no siempre el comprar con mucha antelación puede garantizarnos el mejor precio.
Una vez se comienza ese "juego" la compañía aérea tiene en cuenta muchos factores. Además de los mencionados antes, las aerolíneas tradicionales sí tienen que tener en cuenta variables como la competencia en esa ruta, la competitividad de un horario, y muchas otras cosas. Se determina cual es el precio más barato y cuántas plazas se quieren vender y luego se hace un seguimiento. Si todas esas plazas se venden enseguida, se puede preveer que el vuelo se va a vender bien, y por tanto, se puede subir el precio del billete. Si por el contrario pasan las semanas y apenas se vende, no tiene sentido hacer más cara la compra del billete. Por ello podemos llegar a ver repuntes muy pronunciado o hasta que el precio de un billete baja de un día para otro. Aunque, como ya expliqué, en realidad el cliente no termina comprando exactamente el mismo producto.
Por supuesto esto más que explicación sirve como introducción, pero aún así ya me he extendido demasiado. Como veis no hay ningún truco. Esto es oferta y demanda, y como en la bolsa, siempre que compramos un billete tenemos que arriesgar. Si nos preguntamos si estamos comprando el billete más económico posible o si en el futuro podríamos encontrar algo mejor podemos volvernos locos. Tal vez sea más razonable pensar si el precio que estoamos pagando nos parece adecuado.
Cómo conseguir el mejor precio para un billete
Si ahora decido no volar, ¿qué pasa con mis tasas?
Esa es una gran pregunta, que como siempre tiene una respuesta complicada.
Como expliqué en la entrada anterior, las compañías aéreas no se quedan el importe de las tasas aeroportuarias. Todo va a parar a las autoridades que rijan la aviación civil de cada país. Entonces: Supongamos que decido no viajar, voy a mi agencia de viajes o contacto con la compañía aérea y me comunican que mi billete no permite reembolso. Muy bien, pero, ¿y las tasas? Porque esas tasas se pagan por unos servicios aeroportuarios, si ahora no los voy a usar, ¿por qué iba a pagarlos?. Ante esta cuestión caben tres posibles respuestas:
1. ¿Tasas? ¿Qué tasas?. La aerolínea no actúa de forma proactiva con el reembolso. Si las pides te las devuelven, sino no. En este caso la solución es simple, solicitar siempre el reembolso de las tasas.
2. ¿Quieres las tasas? Ven a por ellas. Algunas aerolíneas aceptan reembolsar esas tasas, pero aplican gastos de gestión para esta solicitud ¿?. Puede que termines pagando más por el servicio que por las tasas en si. Desconozco si es lícito o no hacer esto, aunque si me pasara a mí, reclamaría.
3. Aquí tiene usted sus tasas. Aunque no he tenido experiencia alguna, quiero creer que algunas líneas aéreas te recuerden que se te devuelven las tasas.
Bajo mi entender, que quede claro que es mi opinión personal por mi experiencia, la compañía no puede quedarse con un dinero que no es suyo, sino de las autoridades, por unos servicios que no vas a utilizar y aunque desconozco si hay alguna legislación al respecto, en casos parecidos se suele proteger bastante al pasajero. Por supuesto si alguien tiene más información, será bienvenida.
Cuanto más escribo más me doy cuenta que más cosas quedan por escribir. Temas para entradas quedan, ganas también!